Lillian Moscona, coach certificada en alimentación Keto y salud ancestral en Barcelona
Vivimos en un mundo cada vez más interconectado, rodeados de una red invisible de campos electromagnéticos (EMFs) generados por nuestras crecientes dependencias tecnológicas: la luz artificial, las pantallas de ordenadores y móviles, las redes WiFi, los electrodomésticos, las torres de telefonía móvil y la llamada «electricidad sucia». Sin embargo, esta exposición continua puede tener repercusiones significativas para nuestra salud física y mental.
Investigaciones recientes han comenzado a revelar la interrelación entre la exposición a los EMFs y una serie de enfermedades y trastornos, pero, a pesar de la creciente evidencia, muchos profesionales de la salud todavía no incorporan estas consideraciones en su práctica. Rara vez preguntan a sus pacientes sobre su exposición a las fuentes de contaminación electromagnética, y muchos pacientes desconocen la importancia de proporcionar esta información.
Pero hay esperanza. La tecnología de Spiro, por ejemplo, nos ayuda a combatir la exposición a los EMFs dañinos. Aunque estas herramientas son valiosas, es igual de crucial considerar otros aspectos de nuestro estilo de vida, como la dieta.
Un cambio hacia una alimentación cetogénica, centrada en la ingesta de grasas saludables y la producción de cuerpos cetónicos, puede proporcionar beneficios sustanciales. Este tipo de alimentación puede ser un arma eficaz contra trastornos como la depresión, la ansiedad, los ataques de pánico y el Alzheimer.
No podemos tampoco subestimar el poder sanador de la luz natural del sol. La exposición regular al sol, especialmente al amanecer, durante el día y al anochecer, es vital para nuestra salud. La luz del sol no solo nos ayuda a regular nuestro ritmo circadiano y mejorar el sueño, sino que también es esencial para la síntesis de vitamina D, conocida por su papel crucial en el mantenimiento de una buena salud física y mental.
Desafortunadamente, la gran mayoría de nosotros somos deficientes en esta vitamina vital debido a la falta de exposición al sol.
Así que, mientras nos adaptamos a la vida en la era digital, también debemos mantener una conexión con los elementos naturales que han sostenido nuestra salud durante milenios. Ya sea asegurándonos de salir a la luz del sol regularmente, ajustando nuestra alimentación para optimizar la nutrición cerebral o utilizando tecnología para minimizar nuestra exposición a los EMFs, es esencial considerar todos estos factores en nuestro camino hacia el bienestar óptimo.