Lillian Moscona, coach certificada en alimentación Keto y salud ancestral en Barcelona
Cuando somos bebés y lloramos, después de ver si el pañal está limpio o no, la siguiente opción suele ser recibir la teta o el biberón. En la mayoría de los casos esto viene acompañado del abrazo materno. No importa si algo nos duele, tenemos frío, estamos aburridos, con rabia, recibimos leche y abrazo. Aprendemos que todo lo que nos incomoda, sea esto hambre o no, se puede intentar resolver con comida. Esa comida que en realidad nos aportaba el abrazo materno y contención, queda asociada de alguna forma en la memoria más primitiva a una forma de “resolver”.⠀⠀⠀⠀
Pasamos toda la vida repitiendo este patrón, asociamos la búsqueda de comida, generalmente no muy sana, para aplacar la ansiedad, el aburrimiento, la rabia.. Tenemos como adultos la enorme oportunidad de enseñar a nuestros hijos a comer por hambre. Si les enseñamos a comer de forma saludable desde pequeños, aprenderán a elegir las mejores opciones al crecer. Ningún niño necesita entretenerse comiendo comida chatarra. Los dulces, la mala comida son las semillas de sus enfermedades futuras, comer viendo la televisión, picar a todas horas, jugar con el celular en la comida, son todos hábitos que afectan su salud emocional y física. Ayuda a que tus hijos y familiares coman solamente 3 veces a día.⠀⠀⠀⠀⠀
Si necesitan amor, dales un abrazo, no un dulce! Siembra Salud!⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
Lillian Moscona