Lillian Moscona coach certificada en alimentación y salud ancestral.
El ayuno intermitente (AI) tiene un número importante de médicos seguidores, que lo implementan como tratamiento para la obesidad, control de la diabetes tipo 2, control y posible remisión de enfermedades auto inmunes, problemas digestivos, fatiga crónica etc.
Mi fuente principal es el Dr. Jason Fung a quién sigo y admiro, por lo que la mayor parte de lo que aquí refiero, está basado en su trabajo.
Desde el inicio de la humanidad, hemos alternado el estado de comer, con el ayuno. Desde entonces, dependimos de la caza de animales para nuestra subsistencia. Esto implicaba comer toda la presa, incluyendo vísceras, proteínas y grasas animales.
Comíamos muy poca cantidad de plantas y no parece haber tenido un efecto negativo, ni en nuestra sobrevivencia como especie, ni en nuestra salud. De forma natural, nuestro cuerpo está preparado para hacer estos consumos importantes de grasa y proteína animal, entrando después en un ayuno, que es su día, no se sabía cuánto tiempo duraría.

Nuestro cuerpo puede echar mano de la glucosa y grasa disponibles, provenientes de nuestra alimentación. La glucosa la utilizamos como fuente de energía rápida. Cuando se termina la glucosa disponible, empezamos a utilizar nuestra grasa corporal y visceral almacenada, gracias a un estado metabólico , que se conoce como cetosis.
El consumo de nuestra propia grasa es la autofagia y nos ayuda a perder peso más rápidamente y a bajar y estabilizar los niveles altos de insulina, promoviendo así una serie de reacciones metabólicas positivas para nuestra salud.
Lillian Moscona
A medida que hemos dependido de alimentos procesados, inexistentes de forma natural, nuestro cuerpo se ha llenado cada vez más de glucosa, hemos alterado el balance de la insulina.
El hecho de tener comida disponible todo el tiempo, es un hecho de la vida moderna, que poco tiene que ver con nuestra genética y nuestra salud.
Estos hábitos alimentarios han llevado a un porcentaje altísimo de la población occidental, a padecer de una patología que se llama “resistencia a la insulina”, que es una condición que precede a la diabetes tipo 2. Hemos aprendido a normalizar este hecho, como si fuera parte del desarrollo normal de la vida adulta, creyendo que la enfermedad crónica, viaja en el mismo paquete que el envejecimiento, sin tener por qué ser así.
La alimentación keto y el AI son dos buenas herramientas que se complementan y podemos utilizar para:
- Desintoxicar las células, invirtiendo mayor tiempo en la eliminación de toxinas, y desechos celulares.
- Perder peso
- Fortalecer el sistema inmune
- Trabajar la resiliencia
- Modulación del estado de ánimo
- Sensación de empoderamiento, que produce marcarnos y conseguir pequeñas metas
Algunos de los mitos acerca del Ayuno Intermitente, son la ralentización del metabolismo, por entrar en estado de inanición, la pérdida de masa muscular, el efecto rebote y muchos otros, que no se corroboran en la práctica.
Las personas que NO deben practicar el Ayuno Intermitente, son mujeres embarazadas o lactando, personas con diabetes tipo 1, sin supervisión médica estricta, personas con temas de alimentación tipo anorexia o bulimia, menores de edad y cualquier persona con un peso debajo del recomendado para su talla y edad.
Cuando dormimos, nuestro cuerpo descansa de la producción excesiva de insulina y es un momento muy importante para el metabolismo, ya que permite que consumamos lo que sobra de glucosa y podamos acceder, aunque sea poco, a las reservas de grasa almacenada. Como dice el Dr. Fung: El cuerpo solamente puede estar en uno de dos estados fisiológicos: O estamos comiendo, o estamos ayunando. Ambos se excluyen mutuamente. Se considera que necesitamos aproximadamente 14 h de ayuno para empezar a utilizar nuestra propia grasa como combustible. La manera más fácil de implementar esto, es utilizando las horas de sueño como parte del ayuno y prolongando la ingesta de la primer comida hasta que hayan pasado las 12, 14, 16 o 18 h que pretendemos ayunar. También podemos dejar de comer desde mediodía hasta la mañana siguiente. Es importante adaptar el Ayuno Intermitente (AI), a nuestro estilo de vida, de la forma más cómoda posible.
En la alimentación cetogénica (keto), disminuimos los carbohidratos (carbs) drásticamente. Si es para bajar de peso o controlar la diabetes, consumimos 20 g o menos de carbs, provenientes de verdura de hoja verde. El resto de la alimentación se basa en el consumo de proteínas y grasas animales.
El ayuno normal, durante la noche, se rompe con el Des-Ayuno y puede ser utilizado voluntariamente ampliando las horas en que dejamos de consumir alimentos y reduciendo la ventana de alimentación. Así por ejemplo podemos hacer ayunos de 12 h y 12 h de 14 h de ayuno y 8 de ventana de alimentación, 18 h ayuno x 6 h, 24 x 1, 36 h de ayuno, 48 h de ayuno.
Los ayunos prolongados deben hacerse bajo supervisión médica. Si padeces diabetes tipo 2, debes tomar en cuenta que al disminuir la ingesta de glucosa y el número de horas en el que ingieres comida, necesitarás monitorear muy de cerca, tus niveles de glucosa, ya que muy probablemente necesites ajustar la dosis de tus medicamentos para la diabetes, al a baja
La combinación de AI y Alimentación Keto, genera una posibilidad de perder peso más rápidamente. Así mismo, nos ayuda a controlar la glucosa, disminuir sustancialmente la insulina y por lo tanto su efecto es antiinflamatorio. Nos permite desarrollar un control de nuestro consumo de alimentos, por adicción o factores emocionales. Es una forma práctica, económica y eficaz de dejar de comer, es decir se puede hacer en cualquier lado, a cualquier hora, con coste cero.
No es infrecuente que nos levantemos sin hambre, de modo que podemos alargar la toma de la primera comida con bastante facilidad, sobre todo si hacemos keto, ya que nos encontramos bastante saciados y de forma espontánea llegamos al AI
El hecho de reducir la ventana de alimentación, puede también afectar lo que comemos, nos hace más selectivos con los alimentos que elegimos, ya sea de forma intuitiva o consciente, eligiendo solo aquello que nos sienta mejor o nos hace sentirnos más fuertes. Debemos aprovechar nuestro esfuerzo, para consumir proteínas y grasas animales de buena calidad. Esto ayudará a sanar nuestro cuerpo