Lillian Moscona, coach certificada en alimentación Keto y salud ancestral en Barcelona
El camino hacia la salud no está pavimentado con sustitutos alimenticios. Cada vez es más común encontrar en el mercado opciones ‘keto-friendly’, pretendiendo ser alternativas saludables al pan, la pasta y los postres que tanto anhelas. Pero, ¿realmente te benefician?
Si bien estos productos pueden ser atractivos para quien busca adherirse a una dieta cetogénica, es crucial comprender que no son una solución mágica. Estos alimentos «keto» no solo perpetúan nuestros antojos por los alimentos que estamos tratando de evitar, sino que también pueden estar llenos de antinutrientes y contribuir a un aumento de peso.
Uno de los principales problemas con los sustitutos ‘keto’ es que mantienen nuestra mente centrada en lo que estamos intentando reemplazar. Imagina que te estás liberando del tabaco, pero masticas chicle de nicotina o fumas cigarrillos electrónicos. Aunque es posible que estés evitando el humo del cigarrillo, tu mente aún está atrapada en la adicción al tabaco. La única diferencia es la forma en que se manifiesta la adicción.
Lo mismo ocurre con la comida. Si pasas todo el día preparando alimentos con harinas de almendra y coco, tu mente sigue centrada en la idea de que necesitas pan o postres para sentirte satisfecha. Además, estos sustitutos, aunque libres de gluten, pueden llevar a un aumento de peso no deseado.
El azúcar, es una droga. Estimula la liberación de dopamina, un neurotransmisor que nos hace sentir placer. Como con cualquier droga, nuestro cuerpo se acostumbra y necesita cada vez más para sentir la misma sensación de placer. Entonces, ¿por qué cambiar el azúcar por edulcorantes artificiales? ¿No estaríamos simplemente reemplazando una adicción por otra?
Nuestro objetivo debe ser nutrirnos adecuadamente, no encontrar formas ingeniosas de engañar a nuestros cerebros. No necesitamos sustitutos ‘keto’. Necesitamos realinear nuestra relación con la comida y aprender a disfrutar de alimentos naturales como comían nuestros ancestros. Ellos eran cazadores-recolectores. Consumir proteína animal de todo tipo, con su grasa te mantiene saciada y te quita el deseo de comer a toda hora.
Recuerda, la salud es un viaje, y cada decisión que tomas cuenta. En lugar de buscar un sustituto, busca una transformación. El verdadero cambio no viene de lo que evitas, sino de lo que eliges agregar a tu vida.