Lillian Moscona, coach certificada en alimentación Keto y salud ancestral en Barcelona
Iniciar una alimentación cetogénica puede ser un desafío, especialmente cuando el cuerpo se está adaptando a esta nueva forma de obtener energía. Durante este período, ¡CUIDA TUS ELECTROLITOS!
La alimentación cetogénica, suele conllevar una pérdida de agua y electrolitos importante, que es causante de la muy llamativa pérdida de volumen inicial en muchas personas. Al disminuir la insulina, dejamos de retener sodio. Orinamos mucho y tenemos sed. No es suficiente con hidratarte, sino que debes restituir los electrolitos que se pierden en la orina. Por eso, al comenzar una dieta keto, es normal experimentar ciertos síntomas de desequilibrio electrolítico como debilidad, dolor muscular y dolor de cabeza, conocido comúnmente como «gripe keto». La buena noticia es que estos síntomas se pueden prevenir fácilmente.
Para lograr esto, es esencial aumentar la ingesta de Sal, Magnesio y Potasio:
- Sal: Aumenta el consumo de sal (de preferencia no refinada) de manera segura al agregarla a tus comidas o tomando caldo de huesos. La sal no solo te ayuda a mantener un balance de líquidos adecuado, sino que también evita la hipotensión que puede suceder en las primeras etapas de keto.
- Magnesio: Es un mineral que participa en cientos de reacciones bioquímicas en tu cuerpo. Es crucial para la función muscular y nerviosa, el control de la glucosa en la sangre y la producción de proteínas, entre otras cosas. Yo soy fan de diferentes tipos de Magnesio, pero el citrato o el glicinato son particularmente útiles al iniciar keto.
- Potasio: Este electrolito ayuda a mantener un ritmo cardíaco regular y a preservar la salud de los huesos y los músculos. Fuentes ricas en potasio como el aguacate y el tocino pueden ser tus mejores aliados en keto.
Cuidar tus electrolitos es cuidar tu salud. Así que si estás a punto de embarcarte en el viaje keto o ya estás en él, recuerda: ¡Cuida tus electrolitos y tu cuerpo te lo agradecerá!
Lillian Moscona