Lillian Moscona coach certificada en alimentación y salud ancestral.
Una de las herramientas que tenemos en la alimentación cetogénica o keto es aprender a reconocer si estamos en cetosis o no. Para ello hay varios indicadores que podemos tener en cuenta.
La forma más precisa de reconocer si estamos en cetosis es midiendo la presencia de cuerpos cetónicos o beta-hidroxibutirato, utilizando de tiras reactivas de medición en sangre.
Para ello, debes comprar un kit que se suele vender en Internet (dependiendo el país en el que te encuentres, puede ser más o menos difícil de encontrar). También existen las tiras reactivas para orina, que indican la cantidad de cetonas existentes en dicho fluido. Las tiras para orina son fáciles de encontrar en farmacias. A algunas personas les pueden resultar útiles durante largo tiempo, pero a otras pueden no funcionarles.
Después de unos meses de estar en estado de cetosis, el nivel de cetonas presentes en la orina puede descender, pero en sangre siempre están presentes. Sin embargo, no hay necesidad de medir las cetonas externamente, ya que hay una serie de indicadores internos que te ayudan a reconocer este estado en ti.
Algunos de los indicadores internos a los que podemos prestar atención son: El aumento de la sed, la necesidad constante de orinar, aliento con sabor fuerte o a manzana. Cuando estás iniciando el proceso, puede haber debilidad, cansancio, falta de concentración, calambres, cefalea. Todos ellos indican que estás en entrando en cetosis.
Otra señal de cetosis es que te empiezas a deshinchar. Te sorprenderá la cantidad de líquido que tenías retenido, y si te mediste antes de empezar al proceso, puedes haber perdido de dos a tres centímetros en poco tiempo.
Los beneficios más relevantes, empiezan a ocurrir cuando ya estás en cetosis (generalmente un poco más de 10 días). Sin embargo, volverse keto-adaptado lleva aproximadamente 1 a 3 meses. Lo primero que empezarás a notar es un aumento de la energía. Te sentirás más despierto, menos disperso, y después de las comidas no sentirás la somnolencia que sentías antes. Quizás lo más importante que notarás es que la sensación de hambre ha desaparecido. Ya no tienes la necesidad de picar entre comidas, e incluso hacer algunas comidas, te resulta muy difícil. Prácticamente, sin darte cuenta y de forma natural, empiezas a hacer el Ayuno Intermitente (AI).
Una de las adicciones más aceptada socialmente, que en muchas ocasiones vivimos sin consciencia, es la adicción a los azúcares o carbohidratos (carbs). Cuando estás en cetosis, a medida que el hambre disminuye, también se controlan los deseos de consumir carbs. Eso te ayudará a darte cuenta de la cantidad de alimentos que consumías, que alteraban tu metabolismo. A partir de este proceso, podrás tomar decisiones conscientes sobre tu alimentación y tu salud.
Existen muchos cambios benéficos con este estilo de vida. Nuestro estado de ánimo se estabiliza, dejamos de tener subidas y bajadas emocionales tan acusadas. Si bien la ansiedad, puede aumentar en momentos de “antojo de carbs”, la ansiedad generalizada y la depresión, suelen mejorar bastante. En el caso de las mujeres, muchas veces se observan cambios importantes a nivel hormonal que mejoran los ciclos menstruales. Si bien esto lleva un tiempo más largo, no deja de ser un enorme beneficio de la alimentación keto. De hecho, es un tratamiento cada vez es más utilizado para tratar el Síndrome de Ovarios Poliquísticos (SOP), por la medicina alópata.
El número de beneficios de vivir en cetosis es muy amplio.
Sin embargo, hay que tener una serie de precauciones para estar siempre en buen estado de salud:
- El consumo de carbs tiene un efecto de retención de agua por parte del organismo, debido en gran medida al constante aumento de insulina en sangre, en un intento por controlar la glucosa. Recordemos que la insulina es la hormona que controla la glucosa y que lo hace almacenándola como grasa. Por lo tanto, es imprescindible al hacer la alimentación keto, el consumir suficientes electrolitos.
- Tomar una cucharadita de sal del Himalaya o sal rosa, disuelta en 1.5 Litros de agua, durante el día, además de usar sal generosamente en tus comidas, es muy importante.
- Suplementar el Magnesio (Mg) para consumir entre 800 y 1500 mg de Citrato de Mg, Glicinato de Mg, Biglicinato de Mg, o cualquier forma quelada. EL óxido de Mg no se absorbe a nivel intestinal y funciona como laxante, pero no como suplemento del mineral
- Suplementar el Potasio en forma de Citrato de Potasio o tomándolo en una mezcla de electrolitos sin conservantes, ni azúcares, es importante para prevenir calambres, debilidad y baja energía. En lo personal no soy partidaria de suplementar el Calcio, hay una gran variedad de opiniones, pero la mayoría de las fuentes que yo conozco atribuye la descalcificación de los huesos, a una acidificación de los tejidos por exceso de fermentación de azúcares. Por lo tanto, al corregir la alimentación, en realidad se corrige este problema y se detiene la osteoporosis.
Si padeces de Diabetes Tipo 2 o de Hipertensión, deberás monitorear muy de cerca tus valores de Tensión Arterial y de Glucosa. Ambos valores pueden bajar con este tipo de alimentación. Utiliza una libreta para anotar tus mediciones de ambos parámetros y consulta con tu médico inmediatamente, para modificar la medicación a la baja, si tus valores empiezan a mejorar.
NOTA: Mis sugerencias no son un consejo médico. Consulta a tu médico ante cualquier duda sobre tu salud y alimentación.